martes, 22 de mayo de 2012

Los primeros frutos de las viñas plantadas en el Valle de Arán







Cuatro años después de plantar en las poblaciones aranesas de Garós, empezamos a elaborar los primeros vinos experimentales de altura.  Una experiencia a 1.250 metros que representa el primer proyecto vinícola del Valle de Arán. Un reto que como característica principal pretende aprovechar el intercambio térmico entre el día y la noche en el periodo de maduración de la uva para conseguir, así, la máxima expresión aromática en las variedades plantadas.

La iniciativa nace en el año 2008 cuando se plantaron aproximadamente una hectarea de viña en finca fresca y bien orientada al sol (sur-oeste) con las variedades terpénicas Gewurztraminer (blanco) y Cabernet Franc (tinto). Dos variedades muy aromáticas que se caracterizan por su buen desarrollo en climas fríos y que brotan tarde, maduran temprano y resisten temperaturas extremas. 

Según nuestro enólogo ”Partimos de la base de que nos enfrentamos a un clima muy diferente al del Penedés. Una vez adaptado el trabajo de campo a las características que supone plantar a esta altitud tales como las bajas temperaturas, un índice pluvial alto, las horas de sol cortas pero intensas o las diferentes intrusiones animales, podemos empezar a elaborar vinos con la identidad propia del territorio aranés”. 

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